Como se explicó en la publicación de diciembre pasado, el Qi lee todos y cada uno de los espacios, ya sean favorables o no tan favorables para nosotros. Los espacios nos pueden mostrar como si fueran nuestros espejos, el deterioro que hay en nuestro presente o nuestra vida, generando movimiento y emociones de quien los utiliza y vive en ese lugar o entorno. En el caso del hogar estas son las raíces del ser humano, si la casa se encuentra en armonía, la familia será prospera y con buena fortuna, de lo contrario la familia inmediatamente se perjudica y deteriora.
Entonces ¿Cómo sé si mi espacio (hogar, empresa, negocio o trabajo) se encuentra enfermo?, pues muy fácil, sólo tienes que dedicarle un poco de tiempo a observar a tu alrededor, evaluar y hacer memoria de lo ocurrido en tu vida en el último tiempo, con los cambios que has hecho, decisiones que has tomado, ubicaciones que constantemente utilizas, cómo se encuentran los artefactos, muebles o habitaciones con las que convives o que energía estas trayendo con la decoración que tienes instalada, considerando el lugar (oficina, dormitorio, cocina, sala de estar, comedor).
Si encuentras detalles negativos al observar o recordar, eso, ya te están dando pequeños indicios de que algo no está bien, no necesariamente puede estar todo malo, a veces son pequeñas cosas, pero que con el tiempo podrían ir empeorando cómo una bola de nieve, o podrían afectar en otras situaciones de tu vida, pues la energía fluye y se comunica entre sí. Y así como va a leer los espacios, también leerá tu energía que se estará deteriorando. Por lo tanto, empieza a evaluar y reconocer distintas situaciones que pueden estar ocurriendo en tu día a día, a continuación, te dejo una lista de preguntas que te podrían servir como inicio de esta autoevaluación que te puedes hacer.
- ¿Se ha paralizado tu carrera profesional con el tiempo?
- ¿Las postulaciones a nuevos cargos o cambios de trabajo no han sido exitosas?
- ¿Tu relación de pareja no mejora?
- ¿No logras encontrar a él o la persona indicada?
- ¿El ambiente familiar se está volviendo hostil?
- ¿Ves a tus hijos discutir constantemente y el amor de hermanos casi no existe?
- ¿Tienes problemas de salud o de ánimos para empezar el día?
- ¿Tus energías o de quienes habitan el hogar van decayendo con el tiempo?
- ¿Tus finanzas se disipan rápidamente?
- ¿No logras generar frutos de tu trabajo?
- ¿tus relaciones con tus amigos o familiares no van bien?
- ¿Quieres movilizarte hacia nuevos rumbos y no has tenido buenos resultados?
- ¿Tienes proyectos que no has podido concretar?
- ¿Estas preocupado por tus hijos y quieres verlos felices, sanos y plenos?
- ¿Sientes que te falta estabilidad y fuerza para sobrellevar los obstáculos que la vida te regala?
- ¿Sientes que son poco valoradas o reconocidas tus tareas, ya sea dentro o fuera del hogar?
- ¿Quieres destacar en aquello que te apasiona y te hace vibrar, demostrando lo pleno que te sientes?
Estas son algunas de las muchas preguntas que te puedes hacer al momento de ir evaluando tu situación, tu vida, tu presente, y lo que aspiras en la vida, pues como lo dije al inicio, es el Qi que se encuentra en el espacio habitado, es el que leerá tu propia energía, la de todas las personas que lo componen, además considerará cada artefacto o artículo, que hay en su interior y te entregará de vuelta lo que lea en su camino.
Por lo tanto, debes tener muy claro que al solicitar una asesoría de Feng Shui, no estás haciendo magia, ni tampoco remodelando un espacio. Estas aprendiendo a conocer y ser consiente de cómo se convive con esta maravillosa energía que está a nuestro alrededor permanentemente y cómo logras que esta te favorezca en tu vida diaria.
«El surgir de la vida humana no es otra cosa que el acopio de Qi. Se atesora el Qi y así nacemos a la vida. Se dispersa el Qi y así morimos… por eso se dice, hay un único Qi que se mueve entre el Cielo y la Tierra.»
Zhuangzi,22
